12/12/2023 | 11:02 | TANDIL -
Por muchos medios vemos y escuchamos que argentina crece y crece a ritmo sostenido pero analicemos juntos las cifras y la realidad de todo esto.
Los invito a que a medida que leamos vallamos imaginando nuestra situación personal a efectos de analizar juntos en que estado estamos todos los argentinos y cuales son las facturas pendientes de los gobiernos para con los Habitantes.
El crecimiento económico es una de las metas Argentinas como de toda sociedad y ello implica un aumento de los ingresos, y consecuentemente mejoras en la forma de vida de todos los Argentinos. Factura pendiente hoy día. Desde varios puntos de vista podemos medir el crecimiento, se podría tomar como ejes de medición la inversión, las tasas de interés, el nivel de consumo, las políticas gubernamentales, o las políticas de fomento al ahorro; todas estas variables son herramientas que se utilizan para medir este crecimiento. Y este crecimiento requiere ser medido para establecer que tan lejos o que tan cerca estamos del desarrollo.
Para eso debemos determinar con quién nos comparamos, a que sociedad tomaremos como punto de referencia de un modelo ideal de crecimiento y desarrollo, generalmente a países desarrollados como EEUU, Japón etc..
Para esto debemos considerar que el crecimiento no necesariamente está ligado al desarrollo, ya que este incluye aspectos inmateriales como son la libertad de pensamiento, de religión, intelectual, cultural, acceso a la información y opinión pública. Chinatiene altos índices de ahorro, ingreso per cápita y de consumo, un excelente acceso a la educaciónen todos los niveles, pero su propia constitución de 1975 la describe como "Estadosocialista de dictaduradel proletariado", por lo que muchas de las libertades normales en cualquier país occidental son limitadas o prohibidas para cualquier ciudadano chino.
También para calificar de desarrollada a una nacióndebemos incluir aspectos materiales de acceso a niveles mínimos de bienesy serviciosde calidad; una medida homogénea que captura el bienestar de una nación al menos en lo relacionado a los aspectos materialeses el Producto Interno Bruto, que mide el valor de los bienes y servicios finales producidos al interior de una economía en un año determinado. En términos per cápita, el PIB es considerado como la medida de desarrollo económico, y, por tanto su nivel y tasa de crecimientos son metas por sí mismas.
Si bien el PIBper cápita es una medida del desarrollo, hay que tener cuidado en no interpretarlo como el desarrollo. El desarrollo requiere que el progreso económico no alcance sólo una minoría ( como ocurre hoy donde hay una gran desigualdad y exclusión) . La pobreza, desnutrición, salud, esperanza de vida, analfabetismo, corrupción deben ser eliminadas para un adecuado desarrollo. No obstante estas características se obtienen generalmente de forma natural cuando la renta per cápita aumenta.
También es necesario tener claro el conceptoque el PIB per cápita es un coeficiente y claramente todavía existe un gran problema en la redistribución del ingreso nacional.
El crecimiento económico es la sumatoria de muchas variablesmacroeconómicas que convergen para producir un efecto de estabilidad, bienestar y desarrollo para la sociedad que disfruta del mismo. Puedo añadir que la unión de mucho trabajo, inversión, producción, empleoy consumo contribuye al desarrollo económico y por ende al bienestar.
Los países pobres pueden convertirse en países ricos y de hecho muchos países lo han logrado: ejemplos como los de Hong Kong, Singapur, Malasia, Taiwán y China, son claros ejemplos de ello, lo lograron alcanzando tasas altas de crecimiento del ingreso real, per cápita durante períodos prolongados.
El ingreso generado en la producciónde bienes y servicios, es gastado en Bienes de Consumo ó de Capital. Las familias consumen y las empresas compran bienes de capital (inversión), también son una parte del ingreso, la parte no gastada en los hogares ó consumida se convierte en ahorro que debería ir al sistema financiero. La inversión es la que genera un aumento futuro en la producción y ésta es solo posible sobre la base de la abstinencia en consumir de los hogares, quienes de esta forma a través del ahorro hacen posible dichas inversiones. La figura muestra un balance macroeconómico, en el cual la demandade inversión se balancea con los ahorros.
Cuando la inversión es superior a los niveles necesarios para reemplazar el capital que se desgasta, entonces el crecimiento económico es positivo. El ahorro y la inversión son por tanto factores determinantes del crecimiento, y tendremos que diferenciarlos entre internos y externos para entender su funcionamiento particular.
Argentina lo que debe lograr es el circulo virtuoso del crecimiento.
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↑ Crecimiento
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↑ C y S
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↑ Ingreso
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↑ Empleo
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↑ Producción
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↑ Inv.Real
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↓ % Int.
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· Una baja tasa de interésprovoca un atractivo para acceder a créditos que fomenten la producción y la reactivación de sectores deprimidos. Además un bajo interéspermite tener más recursos disponibles para el consumo, el ahorro o la inversión.
· La inversión real se incrementa con tasas más favorables para el comienzo de actividades generadoras de recursos.
· Cuando incrementa la inversión real, sube la producción de los recursos económicos empleados por el acervo de capitales nuevos.
· Por ende tenemos más sitios de empleogenerados porque se requiere de mano de obra nueva para utilizar en la nueva producción.
· Al haber más empleo el ingreso de las unidades familiares aumentará.
· Con un ingreso adecuado el consumo se estimula, y de la misma manera si existen excedentes estos serán destinados al ahorro.
· Este ahorro se canaliza al sector financiero y a su vez retorna al círculo virtuoso como créditogenerador de más inversión, empleo y consumo.
Si Argentina pudiera sostener estas tasas de incremento del producto bruto interno (PBI), se reduciría la brecha del ingreso con respecto a los países más ricos.
Si el país mantuviera estable el crecimiento actual (en torno de 8,5% anual) durante un cuarto de siglo, el objetivo planteado en los ’‘90 se volvería factible, puesto que el ingreso per cápita de los argentinos se igualaría al de los norteamericano, siempre contemplando situaciones ó escenarios optimistas.
Con esta proyección de crecimiento, en el 2031 los argentinos tendrían un PBI per cápita de $80.000,
similar al de la mayor economía del mundo (este calculo es tomando un valor del dólar mas bajo que el actual) Este cálculo toma como supuestos que:
El PBI argentino crecerá a 8,5% durante los próximos 25 años.
El de los EE.UU. seguirá creciendo a 3,5% actual.
La población argentina se expande a la tasa actual de 0,96% anual. En el 2031 llegaría a los 50 millones de habitantes. La de los EE.UU., a 0,91%, con una población de 275 millones dentro de 25 años (datos estimados en base al anuario The World Factbook, publicado por la CIA).
Pocos se atreverían a asegurar que la Argentina puede ser capaz de sostener un sendero de crecimiento de tales características.
En los últimos 25 años, este sendero ha sido bastante errático, con caídas pronunciadas en 1989 por la crisis hiperinflacionaria y en el 2002 por la crisis financiera. Sin embargo, tampoco eran muchos los que en el 2003 apostaban a que nuestro país fuera capaz de recuperarse y crecer al 9% durante tres años seguidos.
El único país que logró crecer a semejantes tasas durante un período de 25 años es China, que entre 1975 y el 2001 vio cómo su PBI se incrementaba a una tasa anual de 8,2 por ciento. Esto le permitió convertirse hoy en una de las principales economías del mundo.
Dudas a resolver para lograr la seguridad del crecimiento sostenido en nuestro país
Existe consenso entre los analistas en reconocer como una gran fortaleza los superávit gemelos (fiscal y comercial) que posee el país, así como la restructuración de la deuda pública, lo que permitió una fuerte reducción en las necesidades de financiamiento del Gobierno. También ayuda el tipo de cambio competitivo, que permite impulsar las exportaciones del país.
Pero en el terreno de las dudas, la tasa de inversión es la que más preocupación genera. Si se mide el ratio inversión bruta interna fija sobre PBI, esta tasa es superior a la de las últimas décadas (sólo hasta los ’70 se invirtió a una tasa más elevada, de 26%), pero hace falta aumentarla para continuar por un sendero de crecimiento económico alto. Esto podría ayudar a incrementar la oferta de bienes y evitar que crezcan excesivamente las presiones inflacionarias por el lado de la demanda. Hoy podemos ver o experimentar una sensación de aumento sostenido en el nivel general de precios, lo que comúnmente llamamos inflación, precios de productos que aumentan y pareciera ser que existe resistencia a la inversión empresaria, o temor, justamente por una cuestión de incertidumbre, falta de reglas claras, inseguridad jurídica, todo ello lleva a que el sector empresario contraiga su oferta de productos repercutiendo negativamente en el bolsillo de la gente sobre todo de los sectores mas vulnerables y el asalariado, todo ello por el juego de la oferta y la demanda.
“Nos estarían faltando 3 puntos porcentuales de inversión para poder llegar a eso.
Hemos tenido tasas de crecimiento razonables en los últimos años, pero esas tasas de crecimiento fueron con un nivel de inversión de alrededor del 20%”, “Cuando nosotros empezamos a crecer en serio, una tasa de crecimiento a lo China o India no tiene relación porque ellos destinan entre 30 y 40% a la inversión. Quiere decir que nuestra oferta de producto potencial es en realidad deficitaria, no alcanza para satisfacer la demanda en el largo plazo. Además, la estructura de la distribución del ingreso está muy concentrada, lo que dificulta aún más alcanzar este objetivo”.
Miremos un poco hacia atrás
Hasta 1930, la Argentina logró desarrollarse de la misma manera que Australia o Canadá, naciones con poca población y un gran sector primario.
Nuestro país llegó, incluso, a estar ubicado 11º entre los países con mayor PBI per cápita del mundo en 1929 cuando comenzó la crisis económica mundial que provocó el cierre de los mercados internacionales y que tanto afectó a los exportadores argentinos.
El PBI per cápita argentino representaba 67% del de los EE.UU. en 1900, pero un siglo después había caído a 29 por ciento. Sin embargo, luego de la crisis del 2001 la brecha entre ambas estimaciones se hizo más amplia: en el 2004 pasó a representar solamente 12%, producto de la devaluación del peso en el 2002. Que lejos estamos de ser lo que éramos, siempre tomando como referencia a una potencia mundial, parece que vamos en buena dirección tendiendo hacia la reducción de esa brecha, pero un factor como la inflación hace que retrocedamos….este tema será analizado en próximas publicaciones ..
Cr Luis M. Laborde
Estudio Jurídico tributario RLG
Mitre 377